lunes, marzo 10, 2014

SÍNDROME DE NARCISO

¡Hola de nuevo! Nos toca hacer el último trabajo de este trimestre en el que trata de inventarse una historia del síndrome que le ha tocado a cada uno, y en este caso, me ha tocado hacer el Síndrome de Narciso, por lo tanto, me he inventado una historia. Voy a poneros una carta, es decir, un diario en el que Laura, una alumna estupenda, padece este síndrome y nos cuenta lo que le pasó un día en su instituto a través de su blog.


Un día en el instituto.
Buenos días, me llamo Laura, tengo 17 años y voy a contaros lo que me pasó un día en el Instituto "International Highschool", el más prestigioso de Castellón.
Era un lunes, tenía examen de filosofía de 2º de bachiller, estaba en clase en primera fila, toda una alumna ejemplar, y detrás de mí se sentaron todas mis amigas y admiradores, seguramente para copiar mi examen. Ya sentados todos, por fin llegó con retraso, como siempre, la profesora Maite que se paró un momento mirandome de arriba a abajo antes de sentarse en su silla y yo pensé: Ésta ya va a contarme sus problemas personales como siempre. Me dijo: "Laura, ¿qué haces sentada en primera fila?", le dije con rabia y humillada que yo siempre entro la primera a clase por eso me siento en primera fila. Aún no se ha dado cuenta, después de tanto tiempo, quién es la alumna inteligente.
Después de todo esto, Maite dijo que daba una hora para hacer el examen y los de atrás se quejaron de que era muy poco tiempo, y yo no pude resistirme y me levanté cabreada para decirles que para estudiar este examen no se necesitaba mucho tiempo y con una hora basta para hacerlo, es más, les dije que además de estudiar, voy a clases de ballet clásico, tengo el primer premio provincial y me dedico a la pintura de cuadros, que por cierto, tengo una exposición en el museo de Valencia.
A todo esto, Maite nos preguntó:"¿Es que no tenéis a nadie que os ayude?", avergonzada le contesté: "Yo no necesito la ayuda de mis padres ni la de los profesores porque yo sola puedo con todo, puedo escuchar música y ver la tele mientras estudio". Maite, por fin repartió los exámenes y cuando me repartió el mío le dije en voz baja que tuviera en cuenta el examen para ponerme buena nota y a los demás que no les pusiera más nota por sus problemas personales, si no pueden estudiar es su problema.
Acabé la primera el examen y noté que la profesora estaba encantada conmigo.

Hasta otra. Laura.



Éste síndrome proviene del mito de Narciso que lo cuenta el poeta latino Ovidio.
Narciso es un joven muy guapo que rechazó las propuestas amorosas e incluso la de la ninfa Eco, y se vio reflejado en el agua y se enamoró de su propia imagen, es decir, se enamoró de sí mismo. Ante esta situación absurda se levantó y se puso furioso.
Aquí os dejo una imagen de él: (Narciso antiguamente/Narciso actualmente)


A raíz de esto podemos encontrar actualmente a personas que padecen este síndrome, más común en los jóvenes, y lo podemos identificar cuando se creen el centro del mundo (egocentrismo) y utilizan el espejo (recurso muy simbólico). Lo podemos ver en estas imágenes: 
En cuánto a los hombres:


Y en cuánto a las mujeres:



Espero que os haya gustado y hayáis entendido el síndrome reflejado en la historia que me he inventado.
Gracias por leerme. ¡Hasta la próxima! Saludos








1 comentario:

Paula Sanz dijo...

jajaja me ha gustado mucho la carta Irene